THRILLER, novela POLICIAL y novela NEGRA. Entérate de las DIFERENCIAS

¿Lees novela criminal pero te cuesta entender las características de sus subgéneros? ¿Te gustaría saber diferenciar los subgéneros de thriller, novela policial y novela negra, pero sientes que todas van de lo mismo?

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El otro día, en un directo de TikTok, me preguntaron la diferencia entre thriller, novela policial y novela negra. Y claro, como estaba en vivo y soy lectora de estos géneros, pero no experta, me encontré tartamudeando y divagando a lo lindo. Pero es que no siempre es fácil distinguir entre los géneros literarios, y cuando entramos en temas de subgéneros, entonces sí que nos enredamos como un cable de luces de Navidad.

Y en cuanto cerré el directo me dije: «¡Eres una vergüenza de thrillerholic! Vas por ahí reseñando libros en un blog de thriller y novela criminal y ni siquiera tú sabes exponer bien las diferencias entre sus subgéneros». En fin, que decidí documentarme un poco sobre el tema y terminé muchísimo más clara.

Y antes de meternos en aguas profundas, creo prudente aclarar que el thriller, la novela policial y la novela negra son todos subgéneros de la novela criminal. Pero ¿qué es la novela criminal? Vamos allá.

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¿Qué es la novela criminal?

La novela criminal es un género literario que gira alrededor de, bueno, es muy claro: un crimen. Pero no basta con que haya un delito, la trama tiene que centrarse en la investigación y resolución de este. Y aunque en literatura nunca hay nada exacto, está bastante aceptado reconocer a Edgar Alan Poe como uno de los principales predecesores del género, por su famoso relato Los crímenes de la calle Morgue.

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La trama del género criminal puede centrarse en diversos elementos como el suspenso o el misterio, el héroe o el antihéroe. Y es aquí donde aparecen nuestros queridos y confusos subgéneros.

Estos son bastantes y hoy en día siguen apareciendo. Un claro ejemplo es el Domestic Noir, que apenas tuvo su boom en la década de 2010 con libros como La chica del tren, de Paula Hawkins y Perdida, de Gillian Flynn, entre otros. Pero en este artículo vamos a centrarnos en tres subgéneros: thriller, novela policial y novela negra.

Estos subgéneros a menudo se confunden y se usan de manera intercambiable. Sin embargo, a pesar de sus similitudes, también tienen importantes diferencias. Vamos a explorar sus características individuales para aprender a reconocerlos.

Thriller

El thriller es uno de los subgéneros más populares de la novela criminal. La palabra viene del inglés thrill, que significa algo así como vibrar o estremecerse. Una novela thriller puede estar plagada de intriga y misterio, pero se centran en la acción y el suspenso. Pueden ser realistas o fantásticas, siempre con un toque de acción o aventura.

Seguro que a veces te encuentras leyendo un libro de madrugada, sin poder parar, porque el final de cada capítulo te deja con una tensión de mil demonios. Continúas, convencid@ de que en el próximo capítulo habrá algún tipo de resolución con la que te podrás ir a dormir sosegadamente. ¡Y sí que la tiene! pero antes de terminarlo el autor ya te metió en un lío más gordo y ahora sí que no puedes dejarlo.

Pues eso es el famoso cliffhanger, un elemento muy característico del thriller.

El cliffhanger es, por lo general, una escena o revelación con muchísima tensión dramática, que se interrumpe para generar en los lectores la necesidad de empezar el próximo capítulo. Elementos de este tipo se utilizan para crear una trama con ritmo rápido y emocionante. ¡Sí! ese ritmo trepidante del que todos hablan sin mesura en Instagram y TikTok. ¡Yo también me declaro culpable!

Algo muy característico del thriller son los protagonistas estilo héroes o heroínas. Esos personajes astutos que se encuentran en apuros, luchando contra enemigos poderosos y peligrosos. Esto permite profundizar en el crecimiento personal de los personajes y sus habilidades para salirse de aprietos.

Si el autor hace bien su trabajo, esas escenas de persecución y giros inesperados van amarrándote a sus líneas de forma adictiva. Y aquí te confieso que de ahí viene el título de este blog, porque considero que los lectores de thriller nos vamos convirtiendo en adictos, o en otras palabras: en thrillerholics.

Un ejemplo famoso de thriller adictivo es El psicoanalista, de John Katzenbach.

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Novela policial

La novela policial, policiaca o detectivesca también gira alrededor de un crimen. Pero la trama se centra en la resolución de este.

Por lo general, el misterio le roba el protagonismo al suspenso, ya que aquí lo importante es el análisis de las pistas para llevar a cabo la investigación policial o detectivesca. Para que te hagas una idea más clara, piensa en la serie estadounidense CSI (En la escena del crimen).

Los protagonistas de la novela policial suelen ser miembros de la fuerza del orden a los que el lector acompaña en la búsqueda de pruebas y evidencias. Debido a ello, por muy rápido que sea el ritmo, más que tensión, nos genera curiosidad.

Queremos saber quién perpetró el crimen, cómo, cuándo y porqué, sin que para ello los protagonistas o lectores se sientan en peligro inmediato.

Y aquí no puedo dejar de destacar a Sr. Arthur Conan Doyle y Ágatha Christie como dos de los autores más conocidos y prolíficos de los inicios de la novela policíaca.

Las aventuras de Sherlock Holmes son un claro ejemplo de este género. El detective va, lupa en mano, uniendo pistas para solucionar el misterio.

Muy similar es el caso de La casa torcida o Muerte en el Nilo, de Ágatha Christie. Esta última con el protagonismo de del famoso detective Hércules Poirot.

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Novela negra

Al igual que el thriller y la novela policial, la novela negra también se sumerge en el mundo del crimen. Pero más que en el ritmo vertiginoso o en la resolución del caso, se centra en el lado más oscuro y siniestro de la investigación criminal. Puede tener grandes dosis de misterio, o no, porque, a veces, al lector se le permite presenciar la perpetración del crimen o los crímenes a medida que avanza la trama.

Es una novela que pone en tela de juicio problemas sociales como la corrupción y la violencia y trata temas tabúes o controversiales. Por eso tiene una prosa más oscura y desesperanzadora, ya que cuenta una historia más realista, en la que no se nos asegura un final feliz.

Sus personajes suelen ser retorcidos y violentos, lo que nos permite explorar los aspectos más sombríos y sórdidos de la condición humana. Usualmente, los investigadores del crimen o el misterio no son héroes, sino todo lo contrario. Pueden ser los mismos delincuentes o agentes de la fuerza del orden que están retirados o desvinculados del sistema legal.

Estos protagonistas, muchas veces viciosos, perdedores o deshonestos, ayudan a crear una trama un poco más realista. Una trama que nos permite reflexionar no tanto sobre cómo resolver el crimen, sino sobre los motivos de su consumación.

Hay novelas en las que es más difícil diferenciar los subgéneros

Si llegaste hasta aquí, seguro que ya tienes en mente más de una novela en la que se pueden encontrar elementos característicos de estos tres subgéneros de la novela criminal. Y sí, claro que esto sucede, y con bastante frecuencia.

No sería raro leer una novela que mezcle, por poner un ejemplo, elementos de suspenso, investigación policial y personajes retorcidos.

¿Y entonces? ¿Qué hacemos en estos casos para ponerles el cartelito que tanto nos preocupa? Pues tenemos que prestar atención para identificar cuáles de esos elementos son los más potentes y constantes a lo largo de toda la historia.

Eso sí, teniendo en cuenta que, a veces, las mismas editoriales le atribuyen más de un subgénero en una sola novela.

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Entonces, ¿pueden converger varios subgéneros en una sola novela?

La respuesta es sí. Un ejemplo de ello es un libro que terminé de leer recientemente: Tren bala.

En esta novela del escritor japonés Kotaro Isaka, no solo el tren está en constante movimiento, sino también el ritmo de la prosa, que no pierde velocidad. Y no puede ser de otra manera en una trama donde cinco sicarios se enfrentan los unos a los otros en lo que dura el trayecto del tren. Aquí los elementos de suspenso y urgencia del thriller están muy bien definidos.

Pero Tren bala va más allá de provocarte los sobresaltos de un tren a toda máquina. Kotaro Isaka entra en la psiquis de los sicarios, en el modus operandi de cada uno, en sus experiencias en el mundo del crimen y la marginalidad.

De ese modo, los pensamientos retorcidos que terminan generando sórdidas escenas de violencia son también una constante en la historia. Y si con estos datos ya sabes que, además de ser un thriller, Tren bala es también una novela negra, entonces este artículo ha cumplido su objetivo.

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Conclusiones

El thriller, la novela policial y la novela negra son algunos de los subgéneros de la novela criminal. Debido a que los tres giran alrededor de uno o más crímenes, a menudo pueden confundirse o usarse como términos intercambiables entre los lectores. Sin embargo, estos subgéneros también tienen marcadas diferencias.

El objetivo de un thriller es mantener al lector en tensión y pasando página como si no hubiese un mañana. Sus tramas suelen ser emocionantes y adictivas, y para ello se pueden utilizar elementos de acción, espionaje, terror o ciencia ficción. Generalmente, sus protagonistas son héroes o heroínas que se enfrentan a un poder cruel y poderoso.

La novela policiaca se centra en la resolución del crimen. Su objetivo es acrecentar la curiosidad de los lectores mientras intentan resolver el misterio por su propia cuenta. Sus tramas suelen incluir pistas, interrogatorios y análisis extenso del caso. Sus personajes suelen ser oficiales de la ley y el orden, ya sean policías o detectives.

La novela negra se centra en reflexionar sobre la parte más oscura de la sociedad. Es una novela con un fuerte tono de violencia que explora lo peor de la condición humana y sus consecuencias. Sus protagonistas suelen ser antihéroes o criminales y cuenta una historia más cruda y realista.

Me encantaría saber si he logrado aclarar las dudas que te trajeron a esta página, así como si hay algo con lo que no estás de acuerdo o algo que te gustaría agregar. Te leo en los comentarios.

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